martes, 16 de enero de 2018

Esta no era la idea que tenía pensada para mi siguiente post. Quería que fuese algo más profundo, significativo, pero estos días no me da la cabeza para filosofar mucho acerca de la vida y sus inescrutables senderos (…). Así que cuando me frustro, recurro a la lectura. Y leo mucho. Me pierdo en internet indagando en alguno de mis temas favoritos hasta que con los ojos inyectados en sangre y los niveles de indignación tocando techo, abandono la lectura para lanzarme a escribir de nuevo.
Y es que es eso lo que me pasa casi siempre que me meto a investigar y a “olfatear” en el mundo de la cosmética.
Así que sin más dilación, paso a enumeraros las 5 razones por las que las empresas de cosmética, en su mayoría, son uno de los grandes estafadores de nuestro tiempo:

I. Knowledge is power, y cuanto más retorcido el nombre de nuestra molécula milagrosa sea, mejor
Es un hecho, el conocimiento es poder, y cuanto menos idea tenga la gente de un asunto, más fácil es de manipular. Por eso juegan con “tecnologías” y nombres “científicos” enrevesados hasta decir basta para hacer creer a la gente que lo que el cosmético en cuestión contiene es auténtico, ha sido probado por científicos y funciona.
Nada más lejos de la realidad. Huye despavorido de todo cosmético que use esta premisa para publicitarse. Generalmente, las compañías acuñan nombres nuevos y rimbombantes mezclando algunos compuestos mundanos y los patentan; o bien tergiversan completamente el mensaje que dan (ver punto 5). 

II. Stick to simplicity: convencerte de que algo funciona por asociación (errónea) de ideas
¡¡¡Nueva crema “Niveas que Visage” con colágeno!!! (tres frases más adelante)... con la edad, la síntesis de colágeno en nuestra propia piel empieza a ser deficiente… y bum! Ya se ha obrado la magia. Pensamos, mi colágeno se va a la mierda, esta crema tiene colágeno, ¡justo lo que necesito!
Pues no es así. Además de obviar que existen decenas de tipos diferentes de colágeno (¿cuál es el que contiene?), ya te puedes untar 3 quilos de colágeno en la cara que te vas a quedar igual.

Lo mismo ocurre con el ácido hialurónico. Podría escribir una enciclopedia hablando únicamente de estos compuesto, pero como mi intención no es aburrirte hasta la muerte, sólo decir que muchos cosméticos los contienen, pero no para lo que cabe pensar. 
En la mayoría de los casos estas moléculas tienen un peso molecular tan elevado que es imposible que penetren en tu piel, con lo que ni aumentan tus reservas de colágeno/ácido hialurónico, ni lo reparan, ni lo estimulan. Es como si quisieras enhebrar una cadena en el ojal de un aguja, es simplemente imposible.

III. Miracles, miracles everywhere
“Efecto botox”, “piel más luminosa al instante”, “elimina líneas de expresión” y un largo etcétera.
Ninguna, repito, NINGUNA crema (ungüento, humectante, sérum…) puede eliminar el daño que ya está hecho. Ningún cosmético puede eliminar las arrugas que ya tienes. Ningún cosmético puede reparar la piel. Si lo hiciera, se llamaría medicamento*.
Y me diréis, ¿y qué hay de los AHA y BHA que eliminan manchas y finas líneas de expresión? 
Pues diré que efectivamente, lo hacen, pero no porque reparen la piel, si no porque como buenos ácidos que son, hablando mal y pronto (si hay algún farmacéutico-químico-dermatólogo leyendo que se tape los ojos) se “comen” la piel. Van descamando las capas más superficiales, por lo que esas finas líneas de expresión, que se acentúan por deshidratación y acumulación de piel muerta, se ven mejoradas porque las has hidratado y les has quitado la “porquería” que se acumulaba alrededor. Pero la pequeña arrugita original sigue ahí, y va a seguir ahí para siempre si únicamente usas cosméticos.

Todo lo demás, o bien es mentira, o bien es temporal. Ninguna crema hace que tu piel sea más luminosa. La mayoría contienen micro pigmentos que reflejan la luz, dando una apariencia de luminosidad instantánea, la cual se va tan pronto como te laves la cara. Toda la luminosidad que puedes alcanzar de forma permanente es la que tu piel tenga de forma natural, limpiándola y exfoliándola correctamente.

IV. The “all natural” trend. O mi frase favorita, “libre de químicos”
Cada vez que una marca clama que su producto está libre de químicos un gatito muere (entre terrible sufrimiento) en la otra punta del mundo.
El agua es un químico. El aire que respiras es químico. ¡¡¡Todo es químico!!! (toda la materia se compone de elementos químicos de la tabla periódica) ¿Cómo narices hacen una crema libre de químicos? ¿Le inyectan vacío? ¿Antimateria? Yo personalmente, no conozco la respuesta.

Ni todo lo natural es bueno, ni todo lo artificial es malo. Un excremento de vaca es 100% natural y me apuesto lo que quieras a que no te lo restregarías por la cara. También existe otro problema y es que no siempre es fácil escindir lo natural de lo artificial. El ácido salicilíco es un compuesto que se encuentra de forma natural en la corteza del sauce, y seguro que la aspirina no la consideras la cosa más natural del mundo.

Sin ánimo de sentar cátedra, mi único punto aquí es que no te dejes llevar por estas afirmaciones sin sentido, y que pongas en duda a todas las marcas que quieran que consumas sus productos intentando conquistarte por tus ideales o tus miedos.

V. ¡Un asterisco al lado mantiene lejos los juzgados!

Tristemente todas estas compañías pueden vomitar todas las falsedades que quieran en un anuncio bien alto y claro, que con poner un tocho de letras con una fuente de tamaño 2, durante 3 segundos, se eximen de toda pena. 
Aquí tenéis un ejemplo. A golpe de vista parece que la crema tenga AND, infrarojos y retinol. Pero no, tienen tecnología para repararlos, lo cual, si indagas aún más en la web, también desmienten, porque como ya dije antes, los cosméticos no pueden reparar el ADN, por lo que afirman que su tecnología permite la (natural) reparación celular. 


Esto no pretende desalentar a nadie. Hay muchos cosméticos que funcionan, y son herramientas geniales e indispensables tanto por razones de estéticas como de salud. Pero hay aún más cosméticos que no cumplen con lo claman, y son una verdadera estafa.

Es difícil lanzarse a dar crédito incuestionable a una marca o compañía, pues no siempre hacen un trabajo impecable en todos los productos que puedan desarrollar, pero sí que hay unas marcas, si no perfectas, mejores que otras.
Basándome en su formulación, en que no testan en animales y en su honestidad en lo que a marketing se refiere, actualmente mis marcas preferidas son The Ordinary, NIOD, Paula’s Choice, REN y un poco más lejos de la pole Clinique (no me pagan para publicitar ninguna de estas marcas, en caso de duda).


miércoles, 3 de enero de 2018

Antes de empezar, ¡feliz Año Nuevo!

No puedo creer que estemos a 2018, parece que hace nada se utilizaba el año 2020 en películas varias como referencia de escenario de época futurística lejana, y ya estamos casi ahí!

Empieza un año nuevo, con ilusiones renovadas y propósitos nuevos, pero en contra de lo que pueda parecer, el inicio de este blog no nace de una lista (optimista) de propósitos de año nuevo, no; hace más de 5 años empecé a escribir acerca de muchos temas que me tocaban. Eran temas variopintos, desde política a salud, pasando por temas de tecnología, actualidad o belleza. Sin embargo todos tenían algo en común, y es que todos buscaban alzar una voz distinta con el fin de ser escuchada. 

Sin embargo, jamás me he atrevido a compartir nada de ello con nadie. En resumidas cuentas podría decirse que por miedo. Después de alguna que otra experiencia siendo el punto de mira del ojo público (qué interesante suena dicho así), me quedó claro que hay personas muy crueles, que mucha gente no se detiene a pensar y analizar nada antes de hacer de verdugo, y que internet es un arma de doble filo con la que muchos hieren gracias al anonimato que les brinda.

Pero todos los tiempos son tiempos difíciles, y solo perdemos cuando renunciamos a la acción, solo perdemos cuando nunca lo intentamos.

Así pues, no con poco miedo e inseguridad, he decidido que el año 2018 va a ser un año para la valentía y la acción. Puede que todo ello radique en un fracaso absoluto, pero jamás lo sabremos si nunca lo intentamos.

¿Y qué esperar de “Hot for thoughts”?
Espéralo todo y nada. Espera una mano amiga que siempre estará tendida a todo aquel que quiera tomarla. Espero que este sea el hogar de aquellos que quieran discutir de forma constructiva, de aquellos que se atrevan a pensar diferente. ¿Y diferente de qué? Diferente de lo que piensas todos los días. Diferente del mismo sermón autosatisfaciente que todos nos repetimos a diario acerca de nuestros ideales y de nuestras opiniones de las cosas.

Cuestionarse la vida de forma sana.
En definitiva, placer por pensar, “hot for thoughts”


Bienvenido J

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